Álvaro Pedraza
El arquitecto de Casa FIS concibió un cielo de madera de perfiles esbeltos que conectara todas las áreas de la casa. El mandante manifestó interés por la madera de haya para los cielos, pero pidió se buscara una haya blanca, pues no le gustaba el tono rosado que es más común en esta madera.
WoodArch investigó opciones y llegamos a un proveedor de Haya Blanca de Escandinavia que secaba la madera al vacío con lo que evitaba que ésta se fuera al rosado. Viajamos a la planta y gestionamos la compra de madera calidad FAS (la más alta calidad según norma norteamericana NHLA), después de mucho “tira y afloja”, pues toda la producción se colocaba en el mercado japonés.
El cielo de Haya Blanca logró un rol protagónico en la casa, creando una atmósfera envolvente de gran quietud.
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