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En primera línea frente al Lago Llanquihue en Frutillar y en diagonal al Teatro del Lago se ubica la oficina de Planning Frutillar, una pequeña casa que ya todos denominan como “la casita negra”, vestida completamente con madera Yakisugi Shikkoku.
La terminación carbonizada de la madera Yakisugi, propia del método tradicional japonés del siglo XVI, cuyo color negro y textura característica resaltan los detalles en azul del proyecto y a la vez los acentos verdes del musgo incipiente entre las tejuelas de madera, muy propio del sur de Chile.
Con un muy bajo presupuesto la propietaria le pudo dar una cara nueva al espacio y logró instalar la madera en una semana, pues al venir terminada es sólo cosa de montarla.
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