Guillermo Hevia
Catalina Poblete
El Proyecto, completamente en madera se rige por dos temas: el orden y la estructura.
En recorridos por el lago Ranco siempre nos llamó la atención un galpón de mediados del sigo XX ubicado en el acceso Norte a Futrono, que albergaba un ahumadero de truchas, que tiene un sistema estructural en base a pilares, puntales y vigas.
Lo excepcional de este caso es que la estructura se encuentra por delante del revestimiento, a modo de un exoesqueleto, algo que no habíamos visto en ningún otro galpón de la zona. La casa se configura mediante una única sección, que se repite y sistematiza, donde todos los elementos estructurales se han dejado a la vista y bajo una gran cubierta. Se opta por emplear un exoesqueleto, independizando la estructura y el revestimiento, para montar toda la estructura y la cubierta en los meses de buen tiempo y poder trabajar en las terminaciones durante los meses lluviosos.
La casa es un cuadrado que se ordena en torno a un patio central, que permite construir múltiples relaciones interiores y exteriores. La vivienda no tiene una dirección predominante, es multidireccional, evitando el lugar común de volcarse completamente hacia el lago. Se trabajan así relaciones con el contexto inmediato –los troncos, las hierbas, y las rocas – con el contexto intermedio– los bosques, los prados y el agua –y con el lejano– el lago, las islas y los cerros.
“Desde el momento que iniciamos el montaje de la estructura pude ver cómo CUTEK funcionaba como un repelente de agua, la que literalmente rebotaba. Otro aspecto a destacar es que al ser un aceite que se impregna el color o tintura no hace desaparecer la veta de la madera”. –Guillermo Hevia, Arquitecto
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